Otra de las características de Valparaíso son sus murales.
Algunos expuestos en céntricos edificios pero otros, sin duda para mi gusto los más bellos, se encuentran escondidos en las paredes de las casas escondidas en la infinidad de cerros de nuestro puerto.
Quiero dedicar este post a la Calle Simpson del Cerro Polanco, cuyas casas han sido bellamente intervenidas por el arte callejero, incluyendo incluso un homenaje al Organillero; ese personaje tan chileno, tan popular, tan porteño.
Espero les gusten y vayan a conocerlos en vivo:
¿Les gustó?
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