El FAV o Festival de las Artes de Valparaíso, comenzó el sábado 17 de enero a las 21:00 horas en Plaza Sotomayor con la instalación del gran árbol, símbolo de este festival.
Este gran Árbol representa la fotosíntesis de nuestra ciudad donde la creación colectiva, el teatro de calle y la cultura comunitaria son los tres conceptos que envuelven la obra que dió inicio a la 5° versión del Festival de las Artes de Valparaíso, y que permanecerá instalada en Plaza Sotomayor hasta el cierre del FAV.
Pero ya este lunes comenzamos nuestro recorrido por las diferentes propuestas del FAV. Y comenzamos en el Palacio de Justicia con la muestra:
¿Cómo borrar el cielo?
(disponible desdes el 17 al 25 de enero / Palacio de Justicia)
Obra a cargo de Iván Navarro. Esta intervención artística consiste en la instalación de material reflectante en el piso de los descansos entre las escalinatas del Palacio de Justicia que, a modo de espejo, presenta un reflejo del cielo.
La idea del artista es que los visitantes caminen sobre este material, anulando así su capacidad reflectiva. De este modo, las pisadas de los visitantes van deteriorando la materialidad del espejo y con ello, van borrando el reflejo del cielo.
Aunque la llovizna de este lunes ayudó a borrar bastante más rápido el cielo. De todas maneras ¡quedó espectacular!
¿Ayudamos a borrar un poquito de cielo? ¡Check!
Una vez en Serrano, llegamos hasta el:
Monumento a la solidaridad civil
(Obra disponible para visitar desde 17 al 25 de enero / todo el día / sitio baldío Calle Serrano)
Obra a cargo del artista Gabriel Holzapfel. El Monumento a la Solidaridad Civil es un gesto de reconocimiento a la labor desinteresada y espontánea de cientos de personas, que subieron voluntariamente a ayudar en las labores de auxilio durante y después del denominado Gran Incendio de Valparaíso que afectó a un total de 10 cerros. Se trata de rendir un homenaje -a través de una intervención artística en la vía pública – a los porteños y porteñas que atravesaron la ciudad y que acudieron desde todos y cada uno de los 42 cerros que componen Valparaíso a ayudar a apagar las llamas, remover escombros y tratar de salvar lo insalvable.
El uso exclusivo de palas responde a la identificación de esta herramienta con el masivo acto de solidaridad anónima vivenciado durante los días de la catástrofe. En particular, la obra hace un gesto tanto a la memoria reciente de la ciudad como también al acto solidario de la reconstrucción en equipos y cuadrillas. Se trata de un intento por subrayar la respuesta eficaz e inmediata de la población civil frente a la tardanza de la ayuda oficial por parte del municipio y el gobierno.
El Monumento trae a la luz lo único positivo que se podría rescatar de una tragedia como la acontecida en nuestra ciudad el pasado 12 de abril del 2014 y esto es la SOLIDARIDAD de las personas voluntarias.
Yo misma vi y escuché a universitarios y escolares que gastaban sus pocas lucas en comprar sus palas y guantes para poder subir a los cerros a ayudar. Fui testigo de cómo bajaban pasadas las 18:00 horas todos llenos de hollín y con sus caras felices por poder ayudar en algo. Ellos subieron primero que nadie, ellos nunca flaquearon a pesar de que trataron de impedirles que subieran por “motivos de seguridad” y eso nunca se debiera olvidar.
Después de contemplar esta obra que a mí me hizo mucho sentido, pero que el gordo encontró fome (en cosa de gustos no hay nada escrito), cruzamos la calle Serrano en dirección al Pasaje Almirante Goñi para llenarnos de niebla. La intervención que queríamos contemplar era:
Si la neblina se quedara
(Disponible desde 17 al 25 de enero / todo el día / Pasaje Almirante Goñi. La obra se activa cada 32 minutos en los siguientes horarios: 21:32, 3:32, 9:32, 15:32 horas.)
¿Qué pasa cuando nos levantamos en Valparaíso y vemos la neblina camuflar el paisaje?
¿Y qué pasaría si un día, un pedazo de neblina se quedara en el barrio Puerto?.
“Si la neblina se quedara”, es una intervención artística que consiste en crear una figura semi-geométrica, que flota sobre el espectador como una nube o un pedazo de neblina mañanera. La figura que se posa sobre los asistentes, hecha de agua pulverizada y luz, se mueve ligeramente con el viento, siendo visible de día y noche.
Esta intervención es obra del arquitecto y artista, David Scognamiglio, de la Università degli studi di Firenze, Italia. En su trabajo, Scognamiglio explora el poder de la materia como objeto narrativo y el espacio como un contenedor de emociones. En particular, su investigación implica dos dimensiones básicas: la integración del espectador / participante dentro de la obra y la huella emocional del trabajo deja flotando en el espectador / participante.
Me acabo de enterar que la obra se activa cada 32 minutos en los siguientes horarios: 21:32, 3:32, 9:32, 15:32 horas. ¡Cueck! Por eso nosotros a las 19:00 horas no encontramos nada.
Pero no perdimos las esperanzas y continuamos rumbo al Pasaje Almirante Pérez Gacitúa donde se suponía que estaría la intervención:
Paisaje lluvioso
(Supuestamente desde 17 al 25 de enero / todo el día / Pasaje Almirante Pérez Gacitúa)
“Paisaje Lluvioso” es una propuesta que consiste en el uso de cañerías en el pasaje Almirante Pérez Gazitúa (calle Serrano). Las cañerías rociarían una lluvia constante, dando un toque de frescura a los transeúntes. Además, en las afueras del pasaje, las personas recibirían un paraguas para realizar su trayecto.
Esta intervención es obra de la artista Ángela Ramírez, Licenciada en Bellas Artes en la Universidad de Chile. Ramírez crea instalaciones efímeras, generalmente con una mirada crítica sobre la política y la cultura en Chile.
Esta intervención nunca estuvo, ni por si acaso.
¿Qué le habrá pasado a la Ángela?
Pero no importa, fue una tarde rica que terminó con mucha sandía y un bello volver a la casa por el borde costero.
Nos leemos en los siguientes días.
Cariños desde Valparaíso
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